Levantarse cada mañana sabiendo que tienes personas con las
que puedes contar, tanto para reírte y pasar buenos momentos, como para llorar
y pasar malos momentos. Todos están ahí contigo, el problema viene cuando
alguna persona de esa red en la que te mueves día a día cae. Sientes como que
nada es lo mismo, como que los días son
más grises, sientes como que se hacen más largos los minutos, los segundos…
Quisieras sentir a esa persona cerca, para poder tirar de
ella y juntos poder superar todos esos obstáculos; pero hay momentos en los que
esa persona se encierra en su burbuja, se entierra en su problema y no quiere
ser ayudada, y además a todo ello le ayuda la distancia, ese gran enemigo para
las personas que se quieren, que son importantes entre sí. En ese mismo
instante, tú caes con ella, acabas enterrándote a su lado sin mediar palabra,
sin hacer ruido. ¿Y ahora qué? ¿Quién nos levanta a los dos ahora?
Sal de tu agujero, hazte ver, tú también puedes brillar
aunque no lo creas, porque aun cayendo
en lo más bajo, aun así importas.